Museo de Estanquillo
Monsiváis. El musical
Esta muestra aborda la relación de Carlos Monsiváis y la música, a partir de la intersección de sus escritos, los materiales sonoros que coleccionó y que hoy custodia la Fonoteca Nacional y del acervo del Museo del Estanquillo. Fotografías, partituras, LPs, revistas, libros, lobby cards, darán vida a las siete secciones de las que consta la muestra. Se presenta la formación musical de Monsiváis, en la que además de su gusto por la música conocida como clásica o de concierto, también se hablará de su amor por el góspel, el jazz y el blues.
La obra de Carlos Monsiváis es un musical que refleja la importancia de lo sonoro en su obra. ¿No nos crees? Entonces más te vale visitar la más reciente exposición creada entre el Museo del Estanquillo y la Fonoteca Nacional: Monsiváis, el musical, en la cual más de 600 piezas entre fotografías, dibujos, grabados, cartas, vestuario y partituras conforman una interesante narrativa audiovisual acerca del desarrollo de su obra.
Lo más interesante de esta exposición es su acercamiento a los fenómenos musicales del siglo XX y la conceptualización de estos como afición, pero también como manifestación de la vida pública y producto cultural. En los textos de Monsiváis la música siempre está presente y es un hilo que ayuda a tejer las historias. En la primera sala se exhiben algunas fotografías y LP ‘s que marcaron su infancia, así como el impacto político que tenía la música en ese momento.
Hay que destacar que el escritor no tenía un sólo género predilecto, sino que desde muy joven saltó de uno a otro: gospel, jazz, blues, bolero, orquesta, spiritual y rock. Años más tarde tuvo un programa Radio UNAM, El cine y la crítica, donde se dedicó a hablar de toda aquella muestra de arte con la cual interactuara, eso incluía a la música. Gracias a las grabaciones resguardadas por la Fonoteca sabemos que para Monsiváis disfrutar de la música era sinónimo de la intimidad, de las vivencias con familiares y amigos.
Pável Granados, ensayista y coordinador en la Fonoteca, cuenta que en 1968, en una conferencia, Monsiváis enumeró a sus maestros musicales: Judy Garland, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Miles Davis, Leadbelly, Barbara Streisand, Bessie Smith, Billy Holliday, Elvira Ríos, Cannonball Adderley, Bill Evans, Lucha Reyes, Erik Satie, Petula Clark, Los Beatles, The Abyssinian Baptist Gospel Choir, Little Richard, el Trío Garnica-Ascencio, Benjamin Britten, Chad Mitchell Trio, Pete Seeger, Bob Dylan, Marlene Dietrich, Edith Piaf, Charlie Parker, Thelonius Monk, Sonny Rollins, Bix Beiderbecke, Joao y Astrud Gilberto, Mahalia Jackson y las hermanas Águila. Tremendo repertorio.
Continuando el recorrido la música toma un sentido más social donde aparece el vínculo con el cine, las fiestas y bailes. La sala está tapizada por partituras y portadas de importantes piezas musicales mexicanas, así como fotografías de íconos de la Época de Oro. Buena parte de la colección de Monsiváis está dedicada a lo musical, por lo que las piezas de esta sala forman parte de su acervo personal. Durante la segunda mitad del siglo XX la música se vivía en salones de baile, como el Salón San Luis o el California Dancing Club, o gracias a diversos programas televisados que exponían a los cantantes del momento. Dentro del vasto repertorio laboral de Monsiváis, también formó parte de uno de estos, lo cual le dio la oportunidad de conectar con personajes del medio. De estos encuentros surgieron algunos de sus párrafos, donde parodiaba o citaba o simplemente narraba acerca de Agustín Lara, Chavela Vargas, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Pedro Infante y hasta Paquita la del Barrio, con quien coincidió en algunas fiestas.
Museo de instrumentos musicales
Pocas veces se ha oído hablar de un museo que exhibe instrumentos musicales en la Ciudad de México. Pero lo hay, y se encuentra en las inmediaciones del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical en el CENART. El CENIDIM es uno de las cuatro institutos de investigación del INBA a nivel nacional, cuya misión es tal vez una de las más poéticas que posee el país actualmente; el CENIDIM se encarga, entre otras cosas, del estudio y divulgación del conocimiento musical en México a lo largo de toda época. Y aunque su acervo es poco amplio ?con una colección de 250 instrumentos musicales?, cuentan con una extensa variedad de remitentes de donde proviene cada uno de ellos, desde ejemplares fonográficos muy antiguos hasta instrumentos foráneos y otro puñado más prehispánicos. Cabe destacar que muchos de ellos han sido donados por embajadas como Francia, Israel, Sri Lanka, Australia, Alemania, Brasil, entre otras, mismas que hoy han enriquecido esta sala que en un principio se limitaba a colecciones de índole nacional.
Y aunque aquí encuentras piezas de distintos países, los instrumentos prehispánicos son más numerosos, por lo que este pequeño museo también funge como una especie de colección de etnografías sonoras del México precolonial.
La sala nacional albergaba objetos representativos de las distintas familias de instrumentos, básicamente con todas las variantes subclasificatorias de acuerdo con su morfología y formas de ejecución. Así mismo presentaba un panorama geográfico-cultural de los instrumentos musicales en nuestro país a través del tiempo. Así, se encuentran ejemplares que ilustran la organografía precolombina, trascendentes modelos coloniales producto de la influencia europea y africana, y algunos otros resultado de influencias posteriores. Entre los idiófonos de percusión destacan la concha de tortuga percutida con cuernos de venado, una variedad de teponaztles, el cajón de tapeo, la marimba y el baa ‘wehai; de los de sacudimiento, una gran variedad de maracas, sonajas y sartales; de ludimiento, güiros y algunos instrumentos de grupos indígenas del noroeste, y de los idiófonos de fricción, el denominado “bote del diablo”.
Dirección: Río Churubusco 70, piso 7 de la torre de investigación, col. country club, Tlalpan-Taxqueña
Horarios: Lunes viernes de 11:00 a 14:00 hrs. y de 16:00 a 18:00 hrs. / Sábado de 9:00 a 13:00 hrs.
Museo de instrumentos musicales
Ubicado en la colonia Morelos, este recinto, también conocido como Casa de la Música Mexicana, nació en 1990, gracias a su fundador Daniel García Blanco, con el fin de sumergirnos en la historia sonora de México.
En este museo es posible recorrer siglos de sonidos y situarnos en diferentes regiones del país. Abarca desde las culturas prehispánicas hasta la música popular mexicana. Ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar diferentes zonas, así como las similitudes que componen la música de México. Raíces negras, europeas e indígenas son mezclas características de nuestro país, expresadas en la colección de este lugar, donde encontrarás instrumentos construidos con diversos materiales y técnicas.
Dentro de esta rítmica historia sobresale una colección de instrumentos musicales de diferentes regiones del país, en la que puede apreciarse la variedad de materiales y técnicas de construcción. También se exhiben reproducciones de instrumentos musicales prehispánicos, así como vestigios y osamentas tlatelolcas. El museo se divide por regiones musicales, lo que hace que el visitante se compenetre en esta historia. Entrada libre.
Costo: entrada gratuita
Horario: de lunes a viernes de 11:00 a 20:00 horas.
Dirección: Francisco González Bocanegra #73 Col. Morelos.